Así de contundente comienzo mi nueva aventura con este blog sobre nutrición, salud y fitness. Si has entrado a descubrir cómo adelgacé 40 kilos en una sola lectura, seré breve a la par que directo: la fórmula mágica (o, dieta milagro, como lo quieras llamar) no existe. Lo siento. Si alguien te dice lo contrario, te aconsejo que salgas corriendo (que te vendrá genial) lo antes posible. En cambio, sí te voy a contar algo muy importante: todo lo que he aprendido durante estos más de 10 años experimentando con mi cuerpo diferentes vertientes de la nutrición, y que por supuesto, sigo aprendiendo a día de hoy.
Pero, sobre todo, compartiré contigo todo lo que he desaprendido y sigo desaprendiendo a lo largo de este tiempo, y es que el mundo de la nutrición está lleno de auténticas falacias, engañifas, timos y una larga retahíla de adjetivos interminable que el gobierno debería poner freno. Como esta solución va para largo (ya sabéis, hay mucho dinero de por medio), la alternativa que nos queda es la información.
Información sobre nutrición real
La mayoría de gente me pregunta «qué dieta seguí» y sobre todo, «cuánto tiempo tardé». Vivimos en la época del Amazon Prime, una época en la que todo es para ya. Queridos lectores: un cambio estético de este tipo requiere tiempo si no quieres destrozarte tu salud. ¿Cuánto? A lo largo del blog lo iréis viendo. Pero ten en cuenta algo: antes de cuidar tu estética debes cuidar tu salud. Sin darte cuenta tu estética se convertirá, por norma general, en la representación externa de cómo la maquinaria interna va funcionando de forma correcta.
Mi cambio de 40 kg.
Además, dejadme culparos por otro tema de igual importancia. Seguro que cuando te compras un móvil, o un televisor, miras cada uno de los componentes, cada línea de las especificaciones técnicas. Yo también. Pero, ¿por qué no lo haces con lo que comes? Estamos muy acostumbrados a este tipo de actos, que curiosamente suceden de forma muy eventual. Sin embargo, no tenemos tanto detalle con todo aquello que nos metemos a la boca día.
Esto es algo que no alcanzo a entender, pero sin duda, si hay algo que en el que la humanidad no tiene límites es en la estupidez. Además, luchamos contra una desinformación total, y encontrar piezas de valor en las que fijarnos es realmente complicado. Toda esta suma de ingredientes bomba a hecho que estemos inmersos en una epidemia de obesidad, y si seguimos los consejos que escuchamos a diario en las calles, el resultado será aún más catastrófico.
¿Qué podrás leer aquí?
Ya hemos dicho que nada de dietas milagro ni de cómo adelgacé 40 kilos en un «santiamén«. Me encanta la nutrición en todos sus aspectos, adoro la salud incluso a niveles químicos, pero me gusta aún más reventar todos los mitos que nos han estado contando una panda de gandules y timadores que se han forrado a costa del consumidor.
Son muchos los estudios actuales de diversos tipos que están al alcance de todos y que estoy seguro no conocías. En cambio, si vas a la web de Kellog’s, tendrás un montón de estudios sesgados que avalan sus productos, o si vas al supermercado verás que es mejor comprar una Coca-Cola light que muchos productos infinitamente más saludables gracias a ese numerito llamado nutriscore.
En este blog (y en mi nuevo Instagram @estascomiendomal) te daré las herramientas necesarias para que sepas alimentarte bien, desde información y estudios veraces, hasta gente de calidad a la que debes seguir en todos sus medios, desde blogs hasta podcasts. Hablaremos sobre cómo funciona nuestro cuerpo y cómo está diseñado desde hace miles de años para funcionar con una serie de pautas concretas, y no como lo hace la sociedad actual, envenenando cada día lo que nos mantiene con vida.
Si quieres saber más, puedes preguntarme por redes sociales, pero sobre todo, comparte para que llegue a más gente. Que no te engañen más. Infórmate.
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Seguro que te he dejado con ganas de saber «cómo adelgacé 40 kilos». Poco a poco te lo iré contando. Te recomiendo que empieces a leer mis primeras entradas, como la pirámide nutricional o la importancia del sueño.
