En un país en el que el porcentaje de obesidad crece como la espuma, nos encontramos a diario con «consejos» del tipo «come de todo». Pocos consejos son tan malos como este, ya que entre el 60 y el 80% de lo que puedes encontrar en un supermercado es malsano. Esto mismo pasa con la parte psicológica de la nutrición, y es que muchos profesionales del sector no están preparados en este ámbito. La psicología es la gran olvidada en esta triste historia, y para mi existen 4 conceptos que no se puede desligar: nutrición, entrenamiento, descanso y psicología.

En este post quiero mostrar mi punto de vista sobre ciertos aspectos que tienen que ver con tu mente. Te mostraré ciertos trucos que a mi me han recomendado profesionales y me han dado buenos resultados. Compartiré referencias en las que poder seguir indagando pero, sin duda, asistir a un profesional cuando lo consideres necesario debe ser una prioridad y no un castigo. Basta ya de dejar nuestra salud a la merced de este concepto: la fuerza de voluntad no funciona.

La fuerza de voluntad no funciona

Sea cual sea tu objetivo, las variables que lo van a medir han cambiado durante los años. En nutrición, nos hemos fijado muchos años en el peso, macronutrientes, en grasas, productos «light»… La verdadera pesadilla era ir aun profesional y en pocos minutos estar fuera, con un papelito que te decía lo que debías comer en las próximas semanas, y que más que una dieta era una historia de terror. ¿Alguien te ha preguntado si esas comidas que están ahí te gustan? O más importante, ¿alguien te ha preguntado cómo estás? ¿Si eres feliz?

Con la epidemia de obesidad que tenemos, no hay que planificar dietas (que también está muy bien), sino estilos de vida. La variable que más importa hoy en día es la adherencia. Solo tienes que parar un minuto y pensar, ¿cuántas veces has empezado una dieta y al terminar has vuelto al punto de partida? A todos nos ha pasado eso y es que poner un parche temporal no solo no funciona sino que puede traer consecuencias negativas a medio y largo plazo. El objetivo debería ser permanecer en un estilo de vida saludable durante el resto de tu vida. ¿Por qué?

Muy sencillo: para alargar nuestra vida útil. Pero Jon… ¿no está la medicina para eso? Pues aquí podría darte muchas respuestas que quieres oír pero voy a ser crítico: no. La medicina te va a ayudar a vivir algo más pero, salvo casos concretos, no va a alargar tu vida útil. Un dato interesante: la gran mayoría de muertes se producen por un fallo cardiovascular. ¡Vaya! No es ninguna sorpresa que en un planeta donde el sedentarismo va creciendo a pasos agigantados y los ultraprocesados llenan las neveras el crecimiento de enfermedades cardiovasculares sube tanto como el dinero de los que te venden ese tipo de alimentos. Pero ahí va otro dato: un estilo de vida saludable puede alargar tu vida útil en 20 o 30 años. Te lanzo otra pregunta: ¿te gustaría poder jugar con tus nietos?

La planificación

Después de leer lo anterior creo que te queda claro que dejar a la fuerza de voluntad la salud de un país no es una buena opción. No solo no está funcionando sino que el no conseguir los objetivos marcados afecta muy negativamente a nuestro estado emocional, por lo que cada vez será más difícil salir de ahí. El primer mensaje que te quiero dar es que disfrutes con el camino. Llegar a un estilo de vida saludable o, mejor aún, llegar a cumplir un objetivo cualquiera lleva tiempo. Imagínate que estás en un túnel. Al otro lado del túnel ves una luz: ese es tu objetivo. Sabes que vas a pasar miedo por ese túnel, que vas a tener que andar mucho y esquivar dificultades, que la oscuridad no es sencilla, pero sabes que puedes llegar al otro lado y que hay que recorrerlo. Ser consciente de que hay un camino es importantísimo (autoconciencia).

En vez de hablar de dietas o de hacer ejercicio a diario, el primer paso es saber que aplicar cambios de hábitos en tu vida requiere caminar ese túnel. Según varios profesionales de psicología, que este cambio se vuelva algo normal en tu vida y tu cerebro lo asimile como un nuevo hábito en tu día a día requiere de 66 días. Ahora dime, ¿cómo es posible que los profesionales sigan diciendo que tienes que tener fuerza de voluntad? Es imposible. Te repito: la fuerza de voluntad no funciona. Pedirle a una persona que tenga fuerza de voluntad durante más de dos meses es una auténtica locura.

La palabra que deberíamos tener en cuenta es disciplina. Debemos ser organizados para que las cosas funcionen bien, y esto no es más que tener una organización de nuestros hábitos. Aunque vale para todo, sigamos con el ejemplo de la nutrición. El tener una dieta, o una rutina de alimentación semanal, es importante no por el hecho de saber lo que vas a comer, sino por el hecho de saber lo que vas a comprar. Si vas sin esta planificación lo que pasará es que comprarás cosas que no deberías y, déjame contarte el final de la historia: te vas a comer esas galletas.

Pero, ¿te acuerdas de la palabra adherencia? La planificación sin hedonismo, por darle un toque más especial, no tiene sentido. Existen tantos alimentos que seguro que no has probado y te encantan que crees que una dieta es un túnel sin salida. La verdad es que no hay nada más lejos de la realidad, y cuando llevas un tiempo sin todos esos potenciadores de sabores de los ultraprocesados, descubrirás un nuevo mundo de alimentación. Cuando te ayuden a planificar tu rutina de alimentación, asegúrate que te preguntan los alimentos que más te gustan y disfruta mientras vas andando por el túnel. Si cada día vas esquivando coches y sufriendo, acabarás cogiendo la salida de emergencia.

Para terminar, decir que la planificación se puede aplicar en varios aspectos. Yo, por ejemplo, la utilizo para adquirir nuevos hábitos con mi pareja. Las películas de la tele nos han hecho ver que es precioso que todo salga por arte de magia, es decir, fuerza de voluntad, pero cuando estás en convivencia hay cosas que simplemente necesitan estar completadas. Planificarse bien entre los dos, convertir planes en hábitos y dejar la magia para momentos especiales que os hagan llegar a otro nivel supone, sin lugar a dudas, un cambio realmente interesante de explorar.

¡Ah! Déjame que te aconseje un podcast sobre psicología súper interesante y que seguro que te enseña más conceptos sobre que la fuerza de voluntad no funciona: «Entiende tu mente«.

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